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Chamonix - Zermatt:
La clásica del esquí de montaña

Chamonix - Zermatt. La clásica del esquí de montaña

La travesía de Chamonix a Zermatt es uno de los recorridos de esquí de montaña más clásicos de los Alpes, pasa por sitios tan emblemáticos como el glaciar de Argetiere, el plató de Trient, la cima de la Rosablanche, el passage de la Serpentine, el Pigne d´Arolla y el mítico Cervino.

La ruta escogida ha sido la clásica, y en estos días de travesía hemos tenido la suerte de tener un tiempo excelente y la ayuda de Javier Torrecilla en el transfer de vuelta de Zermatt.

Os pongo un resumen de las etapas que realizamos Mikel Gatón y yo:

Día 1: Col de Grands Montets – Cabane du Trient

La travesía comienza en el collado de Grands Montets (3.225m) al que llegamos en teleférico, desde allí uno de los descensos más clásicos del valle de Chamonix nos lleva al glaciar de Argentiere, donde ponemos focas para acometer el primer collado de la travesía, col du Passon. Elegimos pasar por este collado por tema de peso, si se pasa por el de Chardonet (más directo) hace falta llevar cuerdas largas para rapelar, sin embargo por el de Passon no hay rapel y solo hace falta el material de progresión glaciar.

Desde allí nos vamos por el plato del glaciar du Tour al col superior du Tour que da paso al glaciar de Trient donde se ya ve el refugio.

El entorno del Glaciar du Tour y el de Trient son espectaculares.

Día 2: Trient – Prafleuri

Este día tiene una de las mejores bajadas de la travesía, desde el col des Ecandies a Champex. Para llegar al collado de Ecandies es necesario quitar esquís y poner crampones, el primer tramo de subida de la canal estaba equipado con una cuerda fija.

En Champex nos pillamos un taxi compartido hasta Le Chable, donde cogimos varios telecabinas para llegar al col des Gentaines. Este es un entorno de estación de esquí que además de pillarlo en sábado estaba la copa mundial de freeride, pudimos ver a alguno de los participantes en alguno de los descensos, casi se pegan más tiempo volando que esquiando!!!.

Cuando conseguimos salir del entorno de la estación, fin de semana + competición, continuamos con nuestra travesía, pasando por el col de la Chaux, col de Momin, y la cima de la Rosablanche (3.336m). Desde esta cima descedímos al refugio de Prafleuri, al que en caso de mala visibilidad hay que andar con ojo ya que tiene varios cortados que pueden ser comprometidos.

Dia 3: Prafleuri – Dix

Quizás este día es el más escaso en cuanto a descensos se refiere, al salir del refugio se sube al col des Roux, y desde allí se hace una larga travesía en descenso por encima del lago de Dix, Una vez que se llega a la cola del lago, se empieza el ascenso al refugio de Dix. El entorno en el que está es impresionante, justo enfrente del Mont Blanc de Cheilon, el Passage de la Serpentine y el Pigne d´Arolla.

Día 4: Dix – Vignettes

Corto día de esquí pero realmente bonito, además se pasa por el punto más alto de travesía el Pigne d´Arolla (3.790m). La ascensión a esta cima tiene un gran ambiente glaciar recorriendo el passage de la Serpentine, y su descenso hasta el glaciar du Mont Collon es muy bueno. En en refugio de Vignettes se junta bastante gente que viene también de Chamonix pero por otras rutas que no son la clásica.

Día 5: Vignettes – Zermatt

Último día de la travesía y… seguimos con buen tiempo!!!

La ruta clásica, realmente va al refugio de Bertol, pero nosotros elegimos la variante que nos lleva en sólo una jornada hasta Zermatt, para esto hay que pasar por tres collados, el col de l´Eveque, el col du Mont Brulé (lo hicimos con crampones) y el col de Valpelline. Desde este último ya se ve el Cervino a tiro de piedra.

Desde este último collado bajada directa hasta Zermatt, pasando por el espectacular glaciar Stockjigletscher y Tiefmattengletscher, y por su puesto el Cervino, pasando debajo de la arista Leone, la arista Zmutt, la cara norte del Cervino y la arista Hörnli. Ya, en el plató glaciar nos encontramos con Javier Torrecilla que venia a recogernos para llevarnos de vuelta a Chamonix, que grande Torre!!!

Cuando nos cruzamos la carretera de la cabina de Furi nos tocó descalzarnos los esquís hasta el restaurante Stafelalp, ya dentro de la estación de esquí de Zermatt. Ya solo nos quedaba bajar hasta el mismo pueblo de Zermatt por pistas de esquí.

Como conclusión diré que Mikel y yo hemos sido muy afortunados a contar con muy buen tiempo los 5 días, la travesía es espectacular respecto a las vistas y el entorno y cuenta con algunas bajadas muy buenas.

Encontramos muy buenas condiciones de huella en las subidas, para las bajadas demasiado trillado, pero también se agradece que se vea  así en los glaciares, ya que con mala visibilidad hay varios sitios comprometidos en distintas etapas.

En fin, una travesía muy buena.